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El Departamento Jáchal, ubicado al Norte de la provincia de San Juan, fue uno de los lugares de mayor producción de trigo del país, hasta los albores de 1960, fecha en que la actividad empezó a decaer notoriamente.
Los habitantes de aquella zona recuerdan con nostalgia esta etapa como una época de oro.
Comentan que al trigo lo cosechaban con ichona -con una hoz- cuando estaba maduro, y que luego lo alzaban cuando estaba listo, es decir, preparado en haces o gavillas. Cuando terminaba el alza se hacía una fiesta donde la gente bailaba. Todo el trabajo lo hacían como un servicio, sin esperar otra cosa a cambio que el recibir la misma ayuda cuando les tocaba el alza a ellos. Era suficiente anunciar adónde iba a haber una alza y toda la gente del pueblo asistía; a este sistema de reciprocidad se le llamó también Minga.
Los dueños de casa sólo se encargaban de cocinar abundantes alimentos: estofados, chivito, carbonadas y un pan grande llamado pan de alza que era con forma redonda y al que antes de cocinar en horno de barro se le hacía en la superficie la señal de la cruz, para que saliera bien cocido y dorado.
En la fiesta del alza del trigo se distinguen dos momentos: el del trabajo colectivo y el de la fiesta propiamente dicha. De este modo, la fiesta del alza aparece como símbolo del trabajo solidario y gratuito, al igual que el pan de alza con el que el dueño de los campos de trigo retribuía la ayuda de los vecinos.
Por otro lado, en la fiesta propiamente dicha aparece el lenguaje del baile y del vino, como dos elementos obligatorios. Una de las características más destacadas es que esta fiesta surgía de la espontaneidad, sin planes ni invitaciones, pues todo el pueblo se sentía convocado.
Los pasos que se cumplían en esta actividad pueden sintetizarse como:
- Se segaba el trigo, es decir se cortaba las espigas con la ichona
- Luego se formaban las gavillas, es decir montículos pequeños
- Se los trasladaba en cueros, llamados cueros de alza y se formaba una parva,
es decir un gran montículo que era colocado en la hera.
- A continuación se trillaba la parva, tarea que consistía en sacar los granos de trigo de la espiga con la ayuda de una majada de ovejas o en su defecto de uno o varios caballos.
-Se aventaba con una pala de madera para separar la paja del grano diciendo: Luís Luís, sacáte el poncho y vení para llamar al viento
- Por último el grano era llevado al molino, donde lo convertían en harina, y harinilla, para consumo humano, y afrecho y afrechillón, para alimento de los animales.
En esta actividad también se realizaban juegos, uno de loa cuales tenía como finalidad encontrar pareja. Se lo describe de este modo:
Una persona escondía en su mano dos granos de trigo y preguntaba a la otra ¿Par o no? Si ésta se equivocaba lo castigaba con un chirlo (cachetada), y si ganaba, le podía pegar un pellizcón o (premiarlo) con un beso; el juego era pretexto para que se formaran algunas parejas. El mismo juego podía hacerse eligiendo entre solterito o casadito: si elegía solterito (un grano de trigo) era un beso, si salía casadito (dos granos de trigo) eran dos. Eran juegos familiares, chistes, donde participaban los jóvenes con sus padres.
Otro entretenimiento que entusiasmaba a todos, era el tesoro escondido dentro de la parva de trigo:
El vino se escondía en la parva de trigo para estimular el trabajo; cuando lo encentraban, todos festejan y lo compartían. Del juego participaban tanto los hombres como las mujeres que habían trabajado haciendo la parva.
La otra parte, la de la fiesta propiamente dicha, estaba dividida en dos momentos: el del almuerzo y cena, y el del baile.
En el almuerzo se servían dos platos, generalmente arroz y carbonada con pan. Si los colaboradores trabajaban medio día, recibían un pan de alza, si trabajaban el día completo, recibían dos panes de alza. Después del almuerzo había baile con guitarras, desde las cinco de la tarde hasta el anochecer. Luego cenaban estofado o locro de trigo y seguían bailando hasta la hora de dormir ...porque había que seguir el trabajo al día siguiente. El alza duraba más o menos una semana.
Como hemos podido observar, el pan de alza simbolizaba el esfuerzo de la jornada de trabajo; en los alimentos de mediodía - arroz y carbonada- la identidad criolla de la fiesta, y en los de la noche- estofado o locro de trigo- la identidad de la cultura del lugar.
Otro tanto ocurre con el baile cuyo carácter criollo se designa mediante el símbolo de las guitarras y de las danzas típicas que se bailaban, como el gato, la cueca, la ranchera, el pasodoble y el vals criollo.
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